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Próximamente en otoño de 2025
Let’s talk about it: 1 in 3 women have bladder leaks. So why are we all pretending we don’t?

Hablemos de ello: 1 de cada 3 mujeres sufre incontinencia urinaria. Entonces, ¿por qué fingimos que no nos pasa?

Vale, chicas, dejémonos de tonterías: las pérdidas de orina son reales. Muy reales. No como "llevé calcetines desparejados al trabajo".  Más bien “Me reí demasiado fuerte durante un estornudo y ahora necesito un nuevo par de leggings”.

Una de cada tres mujeres. Eso no es una estadística, es un chat grupal.

Pero en vez de hablar del tema, ¿qué hacemos? Susurramos, nos tensamos, evitamos los saltos de tijera como si estuvieran malditos. Y actuamos como si fuera un secreto vergonzoso. ¿Por qué? Porque, al parecer, la misma sociedad que nos dio los pantalones de tiro bajo a principios de los 2000 ha decidido que también debemos sufrir en silencio las pérdidas de orina. Genial, genial, genial.

Esto no es solo una filtración. Es un punto de inflexión en la vida.

Seamos sinceros: las pérdidas de orina no solo te estropean la ropa interior, sino que también afectan a tu autoestima. Dejas de ir a yoga, evitas ir al parque de trampolines y, sin duda, te lo piensas dos veces antes de reírte a carcajadas con un vídeo de TikTok.

Empiezas a calcular el radio de alcance de tu baño como si estuvieras planeando una operación militar. «Si estoy aquí, y el baño está allá, y toso una vez, ¿estoy perdido?»

Spoiler: No deberías tener que pensar así.


Las viejas “soluciones”… no sirven.

Esta es la “solución” actual para la mayoría de las mujeres:

Almohadillas.

Revestimientos.

Ropa interior de abuela, voluminosa y triste.

Seamos claros. Esto no son soluciones. Son simples consuelos emocionales que pretenden ayudar. Y son tan útiles como un calcetín mojado en público.


Presentamos CNTRL+: El nuevo mejor amigo de tu suelo pélvico

¿Qué podemos hacer entonces? Les presentamos CNTRL+. No es una compresa. No es un protector. Es un soporte interno reutilizable y flexible que funciona como un músculo de apoyo, pero sin necesidad de ir al gimnasio ni tomar batidos de proteínas.

Te lo colocas como un tampón o una copa menstrual, y ¡listo!: puedes trotar, bailar, levantar pesas, girar, reír, estornudar, lo que sea, y tu vejiga no se quejará.

Además, es lavable y reutilizable. Así que ayudas al planeta mientras mantienes tus leggings secos. ¡Eso sí que es un ganar-ganar!


¿La verdadera revolución? Hablar de ella.

CNTRL+ no es solo un producto. Es un movimiento. (Y sí, también apoya el movimiento, literalmente).

Es hora de acabar con la espiral de la vergüenza, desechar las "soluciones" voluminosas y empezar a hablar de lo que nuestros cuerpos realmente necesitan. Fuerza. Sujeción. Y quizás unas buenas mallas impermeables (por si acaso olvidaste tu Ctrl+ en el lavabo).

Seamos sinceros, las pérdidas de orina son comunes, pero esconderlas ya no se lleva. ¡Hablemos claro, seamos realistas y volvamos a hacer lo que nos gusta!

CNTRL+ no es solo un producto. Es una jugada maestra de la que vale la pena hablar.
¿Estás listo para reír, lanzarte y vivir sin límites?

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